El primero de agosto del 2012, Felipe zambrano, un estudiante de la universidad de Eafit se alistaba feliz a para dirigirse a la universidad faltando quince minutos para las dos de la tarde, como lo hacìa normalmente. Antes de cruzar la puerta y tomar camino a clase, recibió una llamada de su padre que cambiarìa el rumbo y obtaculizarìa el paso para cumplir su cometido de llegar puntualmente a la universidad. A la mente del estudiante llegò rapidamente la imagen de la esgrimista surcoreana Shin a Lam, que faltando un segundo para ganar la batalla el cronòmetro fallò y su oponente tomò la delantera y la derrotò. Felipe colgò la llamada y no llegò a clase.
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